Aitor Vilana

A las mil y una lenguas del mundo

Y pensar que, en el mundo en que vivimos,
aunque todos hablamos, los idiomas
que empleamos inéditos aromas
emanan y al hablar los esparcimos.

Distintas melodías con que oímos
una misma canción: una con bromas
y lamentos; con guerra, asedios, tomas;
con el amor de tantos que quisimos.

¿Será la voz humana un instrumento
que, aun distintamente armonizado
por siempre tañe a un mismo sentimiento?

¿O es, contrariamente, un vil cercado
que separa a la gente en pensamiento
que, aunada, más habría prosperado?

 — 20/08/24