El raro se vuelve extraño;
lo extraño, blanco en la mira;
lo miran, y se imaginan,
que el raro también es malo.
El ojo juzga de largo
y a veces, crea el estigma;
el raro, siempre peligra,
no importa que sea humano.
Cuidado con lo que piensas
del raro que no conoces
que el fuego también calienta
y alumbra mucho en la noche;
cuidado, con las sorpresas,
por mal y estrechas visiones.