La cantarina sonrisa atraviesa suspendida en el agua leve y serena del lago. Se despejaron las nubes de la tormenta licenciosa. Se asomó la libélula, con sus alas más extendidas que nunca. Rompiendo, el hechizo de las miradas , de los amantes. Ellos embargaban el amor, tan ansiado para cerrar círculo perfecto. Unidos de la mano, esperan en silencio, y miran la libélula que vuele tan alto como su amor.
(rosi12)