Armando Jorge Armas Armas

¿CUÁNTO TE QUISE?

¡Sí!

Tu partida me dejó como un mendigo,

limosneando lágrimas para mis ojos.

Una gran y mortal herida

causaron tus enojos en mi alma.

 

Hoy mis pies están cansados,

tengo dos raíces a mis lados,

y por ellas, para ellas,

renació el brillo de mis ojos.

A la luz, a la noche y a las estrellas,

seis fanales las ven aún más bellas.