Si la vida fuera un canto
los hombres
serían ruiseñores,
la naturaleza con instrumentos
musicales del cielo,
y los corazones
vibrantes de amor
entonarían tranquilidad.
El canto de la mujer
haría más dulce el ambiente
y los mayores
vivirían lejos de los lamentos,
y así la madre tierra
viajaría feliz en el universo.