El Cartero De Cartas No Enviadas
Aquí yacen, apiladas, las cartas cobardes,
las que nunca cruzaron la frontera del sobre,
las que murieron de indecisión a medio escribir,
y hoy se pudren en un buzón sin nombre.
Las recoge un cartero con ojos atrapados en preguntas,
con un saco repleto de amores vencidos,
de insultos que nunca encontraron su boca,
de verdades que se tragaron los miedos.
Lleva cartas con ‘te odio’ que se enfriaron,
con ‘te extraño’ que ya nadie reclama,
con ‘perdón’ que no tuvo sentido,
con ‘adiós’ que llegó demasiado tarde.
No tiene destino, pero sigue su ruta,
sabe que nadie abrirá su correo,
y aun así, cada día, deja sobre las puertas
los fantasmas de todo lo que fuimos y nunca nos atrevimos a ser.