ALVARO J. MARQUEZ

TIEMPO SIN TI

El tiempo avanza sin preguntarme,

las agujas del reloj no se detienen,

me pregunto si te gusta recordarme

y mis recuerdos ¿qué te dirán?

Si son esperanzas que se van…

o acaso tristezas que vienen.

 

Los minutos transcurren y yo

extrañándote ahora me pierdo.

¿Estoy loco? Tal vez sí, quizá no,

esto ya podría ser total locura,

a pesar de mi cordura

no saber qué hacer con tu recuerdo.

 

A veces me parece cruel

Que en mi alma siempre quepas,

Que te lleve en mi piel,

Que de ti me sienta dueño

Cada noche, en cada sueño

…Y que tú no lo sepas.

 

Mi reloj sigue inclemente

En busca del tiempo no vivido.

Y yo distraigo mi mente

Y la tristeza que no se esconde,

Me lleva con rumbo a no sé dónde

Y a ti, con rumbo al olvido.

 

Tiempo que confuso avanzas,

Como un tornado indetenible,

Llevándote mis esperanzas,

Dejándome en la soledad,

Con un pasado que fue realidad

Y un futuro imposible.

 

Ya ves, al tiempo le hablo

Y pretendo que me entienda,

Que vea que soy un pobre diablo

Que, como ya lo notan otros,

Sé muy bien que nosotros

No transitamos la misma senda.

 

Y hablo de otros porque sí,

Pues aunque admitirlo me haga daño,

Cuando juré olvidarte mentí

Y a nadie engañé ni un poco…

Todos saben que estoy loco,

Todos saben que te extraño.

 

Quiero lanzar mi reloj al suelo

O dejar en blanco mi memoria,

Reclamarle tal vez al cielo,

A Dios, sin quererlo ofender,

Que tantas cosas pueda hacer

Y no pueda cambiar la historia.

 

Por mucho que llegue a escribir,

Aunque dé todo lo que doy,

Sé que el tiempo ha de seguir

Que tal vez no te vuelva a ver,

Que hoy me recuerdas menos que ayer

Y mañana lo harás menos que hoy.

 

Ignoro cómo pasa el tiempo para ti,

Si aún mis escritos leerás,

si me creerás lo que sentí,

si en tus adentros todavía

ronda la idea de buscarme algún día

o ya no deseas verme jamás.

 

Total, el tiempo sólo se detuvo

Cuando te tuve en mis brazos

Y nunca más para mí hubo

Una siguiente parada…

Y estoy aquí lleno de nada,

Perdido detrás de tus pasos.

 

Es desesperante cada minuto,

me es difícil mantener la calma

y ya nada es absoluto,

sólo el saber que quien te escribe

no muere nunca, sobrevive

porque te lleva en su alma.