Hagamos de cuenta que todo ha salido
como lo planeamos;
pusiste la mesa,
le dijiste: "vuelvo y luego lo hablamos"
Él, se quedo tieso,
con ganas de un beso
mordiendo sus labios.
La duda está echada
corrió por la casa
subió por el banco.
Y le dió en el pecho
un golpe certero,
provocó su llanto.
Él se ha percatado
que perdió tus ojos
y todo tu encanto,
mientras en un lecho
volando los techos
tú y yo nos matamos.
¡Qué bueno este sueño
que tiene por dueños
dos locos cobardes!
Gastamos las horas
vengando la historia
de encontrarnos tarde.