Resuena el verso en ecos de la brisa
se viste de susurros el rocío
y el alma, que en las sombras halló frío
renace en la palabra que improvisa.
La luna, en su letargo de ceniza
despierta en el fulgor de un canto umbrío
el río, con su música de estío
susurra al corazón lo que precisa.
Que hable la voz, que todo se estremezca
que el verbo sea el fuego que esclarezca
la oscura soledad del alma fría.
Que el hombre beba luz en la tormenta
y escuche, entre la sombra que atormenta
la dulce sed de amar la poesía!
Se quiebran los ecos del alba, silencios que imploran palabras. El viento desata sus cuerdas, y el alma, sedienta, las canta.
La lluvia acaricia las ruinas, despierta el latido dormido, y un verso en la sombra germina, como agua en desierto perdido.
Las bocas se abren al verbo, los ojos se alzan al cielo, la tierra respira su tiempo, y un sueño se torna en anhelo.
Que hable la voz del poeta, que fluya en la sangre y el día, que nunca se cierre la puerta: hay sed de escuchar la poesía.
ElidethAbreu
Febrero/27/2025©