El ladrido seco quiebra la noche,
Habrá una baja a la mañana,
Pero bendigo el cánido aviso
Por amortajar el silencio de plata.
Tanta barata, beata, perorata,
Palabras que redoblan rimbombantes,
Pero no todo vale,
La oscuridad es una invitada sin prisa,
Paciente,
Pero tú no lo sabes...
Sí, sin duda,
Habrá una baja esta mañana,
Como una frívola pregunta,
Como un chismorreo de calle,
Y un vacío al instante arrollado
Por hormigas, abejas, autocares...
La gran sandía sigue girando,
En la finca del perro,
Muy cerca de aquí,
Tiene un contable.