Si sabemos lo que piensa el enemigo, sin pelear, lo habremos vencido. (Alejandro Díaz)
Les contaré compañeros
un relato bien sencillo,
que acabó por falta de acuerdo
con la caja de cerillos.
Todos ellos apilados
mostraron actitud baja,
discutiendo acalorados
por querer salir de la caja.
Fue tanta la discusión
que no se percataron luego,
que al hacer tanta fricción
podrían prender el fuego.
Que manera tan precisa
de acabar en un instante,
pues se volvieron cenizas
sin librar aquel percance.
Cerillos que por la vida van
con igual testarudez,
ellos también se quemarán,
por la misma insensatez.