María C.

ME QUEDO

 

Me quedo ensimismada mirando

las ramas de los árboles que se mecen con el viento,

dan la sensación de que hacen una danza de silencio,

si el viento empuja fuerte y se enfada,

parece la danza del infierno.

Las ramas chocan entre ellas, crujen,

es como si escupieran fuego.

Si la brisa es suave ese baile es delicado,

te deja los ojos enamorados.

¿Te has fijado alguna vez en las ramas como bailan?

Contémplalas te darán calma

o si están furiosas, serás como un caballo que trota,

con las crines sueltas pensarás que vas liberando tus penas.

Eternidades