Cada día dudo si realmente te gusto,
como hojas que se deslizan con el viento,
mi corazón, un náufrago en la tormenta,
se pierde en pensamientos y recuerdos lejanos.
Deseo que aquel día nunca hubiera ocurrido,
que el reloj retrocediera, como un sueño,
porque siento que me adentro en un camino
donde el orgullo y el odio se entrelazan.
Recuerda, el corazón es un viajero errante,
sus latidos cambian como mareas,
y aunque no lo notes, las estaciones giran,
como un abrazo que se desvanece en la bruma.