Los avispados Medina y Luceño,
en tiempos de pandemia, intermediaron
comprando mascarillas y obteniendo
mucha pasta en la venta que acordaron
con el Ayuntamiento de Madrid,
cargando una cuantiosa comisión,
y así una mascarilla anti-Covid
salía poco menos que a millón.
Imputados por fraude millonario,
Luceño, en su defensa, echa la culpa
a San Chin Choon, el proveedor malayo.
No sé en qué acabará este juicio luego,
mas si un chorizo* al salchichón acusa,
será que entre embutidos anda el juego.
@ Xabier Abando, 28/02/2025
(*) presunto**, por si acaso…
(**) jamón, en portugués (del cerdo, también)