Donde duerme el insomnio
En la penumbra de la noche callada,
donde el silencio se viste de sombras,
se esconde el insomnio, fiel amante
de los sueños que nunca se asoman.
En un rincón del alma cansada,
bailan los pensamientos errantes,
como hojas desecadas al viento,
en un vaivén de anhelos constantes.
Las estrellas brillan, no iluminan
Los caminos perdidos de mi mente,
y en cada tic del reloj temido,
se siente el peso de lo ausente.
Las horas transcurren, lentas y grises,
mis ojos abierto como faros perdidos,
buscando respuestas en la bruma,
de un universo que es mío, mas no vivido.
Ah, insomnio, viajero de la noche,
acompaña mis dudas, mis sombras,
en este rincón donde yo te encuentro,
tú, que a la paz de los sueños desbordas.
Pero en tu abrazo, extraño y cruel,
también hay belleza, hay magia y dolor,
pues en la lucha de cerrar los ojos,
nacen versos que encienden mi voz.
Así, en tu reino de desvelos y penas,
te celebro, insomnio, amigo sincero,
pues en la vigilia, donde duermes,
maquinas mi arte, lo juro, te quiero.