Romperán en mi los días
el tiempo, que no quisieron
y al morir.. sus ojos vieron
que tan solo fue poesía.
Se rompieron las mañanas
se quebró su luz entera
y al morir...se dieron cuenta
que tan solo fue poema.
Se paró el reloj del tiempo
agonizó su tic tac...
y al morir... no fue capaz
de entender que fueron versos.
Y la muerte sucumbió
a los ojos del maestro,
fue la vida quien nació
ayudada, por sonetos.
Se rompieron de esta vida
miles de sentimientos,
y al morir... renacieron
entre letras y entre rimas.
Nada aguantó la poesía
sus encantos, su belleza
nada supo que sus letras
por siempre permanecían.
Nadie supo que el poeta
entre tanto caos, debía
escribir... que cambiaría
lo roto, por cosas nuevas.
Todo en nosotros se rompe
todo empieza y termina
y al morir.. nadie se fija
la belleza que ella esconde.
Entre rimas y entre letras
entre sonetos, quintillas
el maestro pone vida
a las cosas que se rompen.
Romperán en mi, los sueños
se romperán tantas cosas,
y al morir.. verán que puedo
dar la vida, entre las hojas.