Cuanto te añoro amor mío
en estas noches calladas
siento que penetra el frío
entre mi cuello y la almohada.
Solo, tendido en mi cama
pasan las horas eternas
entre sueños y fantasmas
entre suspiros y penas.
Sufro esta dura condena
que se ha instalado en mi alma
mientras la luna serena
se esconde de madrugada.
Noches eternas y largas,
caen las horas cansinas
se va arraigando en mi alma
la soledad y fatiga.
Presiento que se avecina
la escarcha de la mañana
frío que envuelve mi vida
hielo que hiere y que mata.
Un huracán se desata
que va sajando mi herida
lazos negros me amortajan
y los manes me vigilan…
Quiero que esta madrugada
visites mi alma dormida
colmes de besos mi cara
llenes de luz mis pupilas.