LOS PRIMEROS PASOS SIEMPRE CONDICIONAN
Luego, cundo ya alcanzamos la mayoría de edad,
nuestro radio de acción crece de manera considerable,
pero, al principio, no podemos elegir, avanzamos por nuestra calle,
nuestro barrio, llegamos hasta la próxima plaza
y al parque y al extrarradio no urbanizado,
como muy lejos,
en el caso de vivir en un pueblo,
y hasta el paraje natural de El Chorillo o de El Chopo
todavía en la niñez.
Primeros pasos cortos pero tenaces, cotidianos,
repetidos por el mismo espacio y tantas veces afianzados
sobre el mismo trozo de suelo,
que se graban en la memoria hasta el fin.
Gaspar Jover Polo