Alfredo Daniel Lopez

Pirata y Mujeriego

 

Pirata y mujeriego
-décimas endecasílabas-

 

Moriré y la escopeta estará lista
para lanzar el último cartucho. 
Marcharé con mi hombría al despelucho 
mientras sonrió a mi última conquista. 
Para algunas lo que digo es machista 
pero adoro las curvas de mujer,
sólo deseo a mi alcance tener 
una amiga con quien alguna noche 
entre besos y mimos desabroche 
todo eso que deseo poseer.

 

Mi careta pirata sobresale 
en el rebelde barco del destino
ser malo no debió marcar mi sino
y no tendré a ninguno que me avale, 
al contrario tendré quien me señale  
como el causante de dolor y llanto.  
La bondad y el amor son camposanto 
donde entierro mis lágrimas de niño 
el que tan sólo buscaba cariño,
no desamor, jamás tanto quebranto.

 

Sentado desde lejos miro el mar
allá en mi hogar donde siendo un mozuelo
emprendía mi mente raudo vuelo 
buscando una mozuela a quien amar. 
Años duros en que sólo el soñar nutría noche y día mi barquilla.  Quería con locura a esa chiquilla como sólo se quiere rara vez,      del mundo recibí tan gran revés   que mató para siempre mi semilla.

 

Desde entonces camino magullado  
dando tumbos biomberos por el mundo
como si fuera el último segundo 
que el universo hubiese programado.
Nunca más seré aquel joven halado  
que locuaz platicaba a las estrellas.
Si perdí a la mujer más noble y bella 
lógico es suponer que hoy me enfrente
a todas de manera diferente... 
y en la noche me vean cual centella.

 

Será el amor un barco de piratas 
donde engañar será siempre un cumplido                                        no miento ni me siento confundido  
por pensar como piensan muchas ratas.  
De muerto me jalaran de las patas
por cabrón, mujeriego y libertino; 
yo no escogí vivir este destino
de chico el corazón me lo rompieron, 
de mis lágrimas por amor se rieron...  
Y eso cambió por siempre mi camino.

 

Alfredo Daniel Lopez 
El guardian del centeno