Hermanas golondrinas, que el cielo raudas cruzan
volando al horizonte con aires de hidalguía,
su gracia y su belleza quisiera fueran mías,
cielos, praderas, montes, poder atravesar.
¿Huyen hoy del otoño? ¿Añoran primaveras?
Pues sepan que no puedo abandonar mi otoño,
por más que yo lo intente, la juventud que añoro
se ha ido con los años, no habrá de regresar.
En mi sueño, esta tarde tal vez se haga el milagro;
me treparé al tejado y al sol daré la cara,
en mis brazos tendidos habrán crecido alas.
¡Hacedme espacio hermanas! Que os he de acompañar
a horizontes lejanos con cielos infinitos.
Esperanzas perdidas, recuerdos del pasado,
frustraciones, andanzas, atrás se habrán quedado,
mi anhelo de distancia tan solo ha de contar.
¡Adiós, otoño ingrato, ya te habrás esfumado!
A mi alma agradecida llega la primavera
junto a las golondrinas amigas, compañeras.
Ha vuelto atrás el tiempo ¡A volver a empezar!