\"El más oscuro rincón del infierno
está reservado para aquellos que conservan su neutralidad en tiempos de crisis moral\"
Dante Alighieri - La Divina Comedia
EL TEMPLO
En el templo de los idiotas
sólo adoran al dios Ego
aunque si tiene buen trasero
otro dios tendrá una cuota
En el templo de los idiotas
a ofrendar vienen corriendo
aunque el mundo este muriendo
a ellos poco les importa
Sólo desean que su torta
sea ofrecida en el altar
Nada hay más bello que adorar
al dios Ego y sus buenas obras
No tienen los diez mandamientos
porque les da pereza contar
entonces sólo con la mitad
rearmaron todo su credo
La mentira dieron primero
por cobardía vale engañar
pues sin razones que alegar
tienen que defender lo hecho
Segundo pusieron el sexo
creyendo descubrir el mundo
cual adolescente cachudo
se creen rey del universo
Se masturban a la luz del día
vistos por ninfas, que sus sueños
les cumplen mansas del dios Eros
Es por Ego! dicen con prisa
Luego venden íntimas fotos
cual hazaña hollywoodense
y sus idiotas como siempre
celebran y compran todo
pues no hay Cristo que el negocio
les arruine y les golpee
Tercer norma es el orgullo
que les crece fuerte y grande
como cuerno de elefante
pero que cubren en capullo
Cuarto, el odio que se oculta
tras una armada sonrisa
destilando toda su ira
como un buen hijo de puta
Al final esta la envidia
con todas sus primas y hermanas
eso sí: muy disimuladas
en la lisonja que te tiran
En el templo de los idiotas
se relame este dios Ego
en miles de yo yo y ellos
que sin cesar les cantan odas
A diario en altar del templo
los idiotas ofrendan todo
verdad, ética y el oro
de un buen lugar en el cielo
A Sócrates la cicuta dan
los libros de Kant van y queman
la boca de Apate besan
y a Gandhi golpean sin piedad
En el templo de los idiotas
sentido común no existe
requisito imprescindible
es prescindir de esa nota
En el templo de los idiotas
no todos son bienvenidos
y del que hace mucho ruido
se encargan los lamebotas
Dejáme que te de un consejo
si te gusta la religión
ve y piénsalo bien cabrón
más vale te vuelvas ateo.
SANTIAGO ALBOHERNA