Son tus ojos, dos luceros, que me ven enamorada.
Son ellos el palco donde, con pasión, tú me miras.
Nada de ti, me cautivó tanto como, tu fija mirada.
Deseo entender, porqué, cuando me ves, deliras.
**-**
Confieso que, he dudado de eso que tú, llamas, amar.
Nunca en mi vida, había tropezado, con tanta pasión.
Tanta emoción, ligera y efervescente, obliga a pensar.
He vivido, he amado y hasta tengo, mi propia canción.
**-**
Disfruto la música, pero yo, con ésta, no me encanto.
Todo tiene su tiempo, por eso controlo, los arrebatos.
Me gusta, una velada musical, con chistes y con canto.
Nada más confortante que, vivir esos instantes gratos.
**-**
¡Del ayer al, hoy, conservo el mismo comportamiento.
Conmigo, no tengo contemplaciones y, no me miento!