Un apoyo sincero
a los que hoy padecen
esos males que crecen
como un negro agujero;
ese mal traicionero
de aquellos que envejecen,
que, aunque mucho recen,
el tiempo es cruel acero;
que el Señor los bendiga
reanime su salud
y una nueva alegría;
la fe que los abriga
y su honesta virtud
los lleve a la armonía...