Poeta de media noche

Tarde Demasiado

Te fuiste dejando un eco frío,

un susurro roto en la habitación,

caminé entre sombras y vacíos,

remendando a mano el corazón.

 

Te lloré en noches sin estrellas,

te olvidé con fuego y con alcohol,

y cuando ya no ardían mis huellas,

volviste, como un viejo error.

 

Dijiste mi nombre con voz temblorosa,

como si aún te doliera el ayer,

pero en tu mirada, oscura y borrosa,

supe que nunca aprendiste a perder.

 

Y aquí estoy, con el alma en pedazos,

que creí juntar, que creí curar,

pero un beso tuyo, un roce en mis brazos,

y vuelvo a caer, sin poderme salvar.

 

Es tarde, lo sé, demasiado tarde,

pero mi tonto corazón traidor,

aún te espera, aún te arde,

como si no conociera el dolor.