Hernán Mejía Silva

DESTELLO

Hay un brillo pálido,

que magnifica una ausencia,

cuando es perpetua,

al estar hecha por silencios.

 

No regresan los pasados inmediatos,

el corazón se nutre de sueños lejanos,

lo que irradió, se perdió al final,

suele ser lo más normal.

 

Pocas palabras con certezas absolutas,

tal vez ninguna en realidad,

siendo “ninguna” una vacuidad,

o meramente un pálido brillo, apagado sin más…