El silencio que se reitera frente a la ventana
adentrándose en el tiempo inconstante de la soledad
como extorsionando al viento
apilándose sobre la luz tenue y difusa que ingresa
fraguada por el matiz claroscuro de la habitación
Quedan las hojas flotando afuera
negándose a caer sobre la greda
intentando evitar la sequedad de muerte que les espera
como si la mañana hiciera posible la resurrección
como si el silencio se pudiese convertir en aliento
en clorofila que llene de tonalidades el mutismo
para fascinar las sienes que se estrujan contra el vidrio
La luz se recoge contra la pared
suscitando espasmos en las imágenes y los recuerdos
provocando hiatos entre la realidad y la nostalgia
por donde el silencio crea el submundo de afonía y sosiego
en la maraña densa de emociones y ausencias
que provoca la estridencia de los latidos
cuando todo en la habitación es mudez y misterio.