No cabe más soledad en esta pálida historia de amor,
ni más ansiedad en escondites secretos…
que conserven episodios de dolor.
No aguanta más el corazón,
se necesita urgente una sobredosis de ilusión,
otra oportunidad…cargada de alucinación,
una aventura que sorprenda…
y se muestre generosa de pasión.
Tal vez mudarse a otro lugar,
caminar sin parar…y alejarse de la angustia…
hasta cruzarse con otra realidad…
que le ofrende un poco de paz,
en un nuevo comienzo…que se deje atrapar,
en algún mágico momento…
donde todo vuelva a brillar.
No es justo insistir en persistir si ya se apagó,
cuando la emoción se extinguió…
y el corazón da claras muestras que ha dejado de latir…
y hasta el alma prescinde de suspirar.
Si el silencio entre los dos…ya se hizo cosa común,
y si prepotente ostentoso…
se apodera del bienestar …
y se manifiesta como fría rutina,
si te hiere con impasible crueldad…
entonces es hora de parar.
No cabe dilatar el tiempo en esperanzas…
ni un minuto más de desconfianza,
hay que terminar la farsa…y suspender el acto,
bajar el telón con indiferencia…
y si es necesario con indolencia,
cancelar este sentimiento…
sin que quepa ningún remordimiento,
porque a pesar de lo que pueda seguir existiendo…
hay que cortarle las alas…
para que no siga hiriendo.