Poeta de media noche

Andrea

 

Andrea

tu nombre es un susurro en mi alma,

un eco dulce que no deja de sonar,

y aunque el mundo sigue su danza callada,

mi corazón solo te quiere mirar.

 

Tus ojos, dos faros en mares inciertos,

brillan como estrellas en la inmensidad,

y cuando sonríes, todo es distinto,

el tiempo se detiene en su andar.

 

No sé si lo sabes, no sé si lo sientes,

pero mi pecho late solo por ti,

como un poema que nunca se escribe,

como un sueño que no tiene fin.

 

Andrea, si supieras lo que provocas,

cómo enciendes mi mundo de luz,

tal vez entenderías que en mi universo,

solo existes tú.