Bajo la luna de azúcar
se enreda mi piel a la tuya
y el viento canta en las hojas
una danza de fuego y sombra.
Tus manos, raíces ardientes
se hunden en mi tierra húmeda
y mi cuerpo, caña madura
tiembla al filo de tu boca.
Se quiebra el aire en gemidos
en miel desbordada de labios
en savia que grita su fiebre
al roce hambriento del alba.
Ay, amor!
qué dulce el ardor en la carne
qué furia en la luz del deseo
qué brasa en la flor de mi vientre
cuando tu nombre es incendio!!
ElidethAbreu
Marzo/05/2025©
En honor de:
Dora Gómez Bueno de Acuña, escritora paraguaya del siglo XX, pionera de la poesía erótica en su país.
Mujer valiente que sin dejar de ejercer como docente, actriz, poeta, novelista y periodista, va sumando prestigio entre algunos de sus contemporáneos mientras le persigue el escándalo de un amplio sector de la sociedad que no ve con buenos ojos la temática tratada por una mujer; en opinión de la crítica posterior, domina en el conjunto de su obra la sensualidad, el sentimiento y el platonismo de hondas raíces carnales y realistas.