¿Qué sentido tiene este viaje incierto,
donde el alma se ahoga en preguntas sin fin?
Es muy difícil encontrar el acierto
porque ninguna de las respuestas te ayuda a sobrevivir.
El ser se fragmenta en mil reflexiones
esperando encontrar lo que busca.
Desgraciadamente no encuentra soluciones
porque no sabe lo que le impulsa.
Nuestra vida se basa en el sufrimiento,
en elegir el camino con el dolor más placentero.
Intentar apagar todo este sentimiento
para que todo sea más ligero.
Engañarnos hasta hacernos ver
que podemos obtener el placer.
Sin embargo hay que llegar a entender
que eso es algo imposible de hacer.
El placer es algo impuro
va acompañado de sufrimiento.
No existe porque es deseo
y el deseo no es más que un vacío inmenso.
Es una sensación de vacío que creemos que debe llenarse
para poder encontrar esa felicidad que nos ayude a relajarse.
Pero la felicidad no es más que una ilusión
de un cerebro que lo único que pretende es olvidarse.
Olvidarse de que está destinado a esta miseria,
a este dolor, a esta tragedia.
Intentando hacer que su corazón siga latiendo
a pesar de todo lo que esta sufriendo.
Entonces, ¿Qué sentido tiene seguir viviendo?
Intentar y esforzarse, ¿Para acabar desistiendo?
La mayoría de las cosas que quieres no las acabarás consiguiendo
porque con cada intento el deseo se va desvaneciendo.
Al final llegas a entender que la vida se basa en perder.
En acumular fracasos, alguna que otra victoria,
en darte cuenta que nada de esto importa.
Que es un tira y afloja en el que hay que ceder.
Hagas lo que hagas acabarás dolido.
Acabarás perdido.
Entonces, ¿Por qué no sueltas la cuerda
aceptando que nada de esto tiene sentido?
Y una vez aceptado nuestro destino
aprenderíamos lo que significa estar vivo.
Que nuestro objetivo no es la felicidad
sino aceptar el dolor de nuestra fatalidad.
Algo que nos pasa a todos no puede ser tan malo.
La vida es solo un intervalo.
Un lapso de tiempo destinado al sufrimiento
para acabar entendiendo que la muerte es un regalo.
Por mucho que reflexione no le encuentro sentido,
como el ser humano puede estar convencido
de que lo mejor que le ha podido pasar es estar vivo,
sin parar a pensar lo que la muerte trae consigo.
El fin de la vida es morir,
y morir no es dejar de existir,
es evolución
que debería llenarnos de emoción.