VICTOR SANTA ROSA

COLGUÉ UNA LÁGRIMA.

COLGUÉ UNA LÁGRIMA.

 

Entre aromas de floresta,

una lagrima se esfuma

y por no brotar apuesta,

cuál suspiro entre bruma.

 

Y la guardo con tanto celo,

en recónditos tan callados,

como calla inmutable el cielo

y el sol con sus rayos dorados.

 

Más esa lágrima en silencio,

es eco de un llanto cohibido,

así eco es, el humo del incienso,

a su aroma por el viento esparcido.

 

Pregón y llanto entre sequía,

de un sentir noble y profundo

y se llora a veces por alegría,

como por el amor infecundo.

 

Amor infecundo, pero no estéril,

como nada fecunda tierra infértil.

A veces es tan árido el sentimiento,

que el amor no sabe su momento.

 

Más al amor nadie es inmune,

por mucho que se niegue amar;

Es flama que doblega y consume,

ya encendida, nadie puede apagar.

 

Y se suele a veces llorar,

sin saber por qué se llora

y esa lágrima sin derramar.

Estigma de un vacío sin llenar.

 

Y colgué una lágrima,

como el roció de la hoja,

y muy dentro, mi alma…

Disipó nostalgia y congoja.

 

Autor: Víctor A. Arana.

(VÍCTOR SANTA ROSA.)

Marzo 5 del 2025.