Negación, total negación, ante el desconcierto,
mis pasturas de altura son agitadas por tus visiones,
mientras te veo partir, es todo incertidumbre,
tanto he querido que duermas en mi manos y nada,
me preparo para contener el llanto cuando mueras,
¡oh cuita de bendición!, eres al mismo tiempo fruición,
¿cuándo será el día que yo ya no te interese?,
yo, fingiré no haberte conocido, fingiré no tener oídos,
alimentaré mis ánimos vilordamente para seguir
y tú, negarás que mis pensamientos te tocaron,
negarás que mis ojos te estremecieron,
que tus labios degustaron de la miel de mi embeleso
y sostendrás que todo esto fue sólo tu alucinación,
y me quedará solamente la esperanza, en esta suerte,
de hallarte ‘más allá de la muerte’.