Piadosas creencias que poco a poco nos quiebran,
nos envuelven, nos desesperan,
nos guían a través de la niebla
Son los hilos que cortan,
dejando marcas deseosas,
de ser más y más profundas,
esperando que alguien las vea hermosas
Es muy tarde,
todas esas heridas son hermosas,
me cautivaron cuando no debía ser así,
y ahora anhelo acariciarlas como si ese fuese mi único fin
Pero ya nada me preocupa,
entre la neblina me perdí,
bajo la templada lluvia,
al final del camino te ví
Parecía ser el final,
por eso fuí sin dudar,
cruzando ruidosas pesadillas,
sonidos de angustia y envidia,
para al fin llegar hasta ti
Sencilla lucidez, te reencontré,
te extrañé, pero admito que te olvidé,
Tú me buscaste y yo te ignoré,
Y aún así, frente a frente nos volvimos a ver.