La pastoral del incendio de la Naturaleza
no se quede en oídos sordos, Dios no lo quiera,
tal gallardía no es sobra de ninguna riqueza
sí en mayúsculas perfección nadie lo espera.
Hasta el sobrino su Séptima plata roba
incluso el intento del suicidio nace lo más bello
(sin quererlo) aparece la sinfonía como trova:
salió bien, a Dios gracias un gran destello.
Y cuando su piano triste habló luz de luna
posible lágrimas, en expresión muy magistral,
dio a la música personalidad cosa muy oportuna:
ahogado del tictac pero su voz, música celestial.
Enero 2.025
NACHO REY