EL ECO DEL VIENTO
En el rincón donde el sol no llega,
se esconde una flor con el alma rota,
un silencio que respira, que sueña
y se mece, como un río sin orillas.
El viento susurra secretos olvidados,
las estrellas se apagan con miedo
y la luna, tímida, guarda sus lágrimas
en una escudilla de niebla y desvelo.
Cada paso, un eco que me lleva lejos,
por caminos que no tienen nombre,
donde el tiempo se disfraza de sombra
y las horas se desvanecen en el aire.
Pero yo sigo, con la piel marcada
por los días que nunca se repiten,
y en el fondo, donde arde mi mirada,
sé que hay algo que nunca se olvida:
el latido, el suspiro, la vida.
© Corazón Bardo