Una pequeña línea incontrolable y diminuta,
Disuelta entre la realidad y lo inimaginable,
Dando vueltas en el aire artificial que golpeaba las paredes,
Una pequeña presencia de fantasía aún no descubierta
En ese pasillo estrecho, lleno de huellas y cargado de sentimientos.
Invadía las mentes más incrédulas,
Queriendo hacerlas creer que había algo más después de ellos,
Algo que rondaba cuando ya no había nadie,
Tras sus pisadas y sus cuerpos.
Una energía que vagaba y daba más de lo que se podía creer.
Y entre lo brindado y lo perdido,
Lo entregado y lo hurtado,
Más allá de lo insensato, algo más había,
Algo que el cielo callaba,
Pero que sí existía.
—Majesty B.O.