Fuimos un amor inédito,
un amor que no se anuncia.
En el portal me esperabas,
como nave de mar frente al puerto.
Un escalofrío recorría mi cuerpo,
sabía entonces
que irremediable sería la entrega.
Me gustaba cómo me estrujabas,
con tus fuertes brazos de hombre,
cómo me llevabas hacia ti; yo me quemaba.
Un amor sin decoro, sombrío y turbio.
Me enamoré de tus rizos,
de los hoyuelos en tus mejillas.
Un amor inédito que me dejó empapada en lágrimas,
en una colmena de dudas y tristezas.
Me dañaste para siempre, irreparable tu engaño.
Te amo, amor inédito.
Al amor inédito que se escapa tras el portal,
al amor de mi vida que no volveré a ver,
será el recuerdo de nuestro amor, agonía inmortal.
Te alejaste de mí sin escrúpulos,
mi amor está aún sin perecer.
Amor inédito, amor de musa y poeta,
yo me entregué a ti sin atavíos,
me hundí en el naufragio de tu olvido.
Amor inédito, no podré jamás decir adiós.