Soledad
Me siento bien,
insigne soledad,
compañera fiel
en mi sagrado lar.
Soy feliz contigo,
envuelto en tu aroma,
te cortejo
y tú en mi, te alojas.
Soledad, mi majestad,
me cautivas
en mis días
y en el mañana
que vendrá.
Colmas de esperanza
mi libre existencia,
le das rienda suelta
a mis bohemias.
Siento tu cálida brisa
al amanecer
y en todo instante,
eres mi vergel.
Me duermes
y me despiertas,
cómplice de sueños, pasiones y querencias.
Al levantarme
ando caminos,
tejo historias,
gestas e idilios.
En tus brazos
hablo a solas,
me desvivo y prosigo
estampando odas,
ante el sigilo
de las mariposas.
Estás en mi, soledad,
muy cerca,
apenas hilos y flores
nos separan,
inhalando el aire
que Dios nos depara.
Escucho el soplo
de tu silente voz,
invisible espectro,
que motiva
y a la vida, da color.
Te confieso
un sutil sentimiento
que llevo por dentro,
y es que te quiero.
Me encantas,
me atrapas
y deseo estar junto a ti
en tu mágica piedad.
En mi intimo lugar
vivo y sueño contigo,
es mi sincero afan
por decirte a ti,
que mi sed de amar,
está cundida
en la fusión
que hila libertad,
cual golondrinas
y alondras
de la paz.
Amar por siempre
es mi cantar
que se adhiere
a la arcana edad,
buscando rosas,
séquito de brumas
en mi ámbito feraz.
No estoy solo,
coexisto y soy
tiempo y espacio
inmanente a ti,
circundante jardín.