La niña que fui,
a veces asoma
por las rendijas de mi alma
y mira mi mundo
con ojos de tristeza,
porque no todos los sueños
pude cumplirle,
porque no todo el amor
pude brindarle.
Y esa niña me habla
así...sin palabras,
porque siento sus latidos
y me duelen sus preguntas.
No juzga
no cuestiona,
solo observa
y espera, siempre espera.
Pero ...cómo decirle
que la vida es dura
y que los sueños se pierden
en ese largo camino
del olvido.
Pero... cómo convencerla
de haber hecho
hasta lo imposible
por no fallarle !
Y esa niña me mira ahora
como preguntándome
en qué parte de la vida
me olvidé de ella...
¿ Y qué podré contestarle?
¿ Cómo puedo sostener su mirada?
Le fallé
al dejar de escucharla
al ahogar sus sueños
al llorar más
y reír menos.
Y sin saber cómo
un día cualquiera
la dejé partir...
y hoy quiero que vuelva,
necesito encontrarla
decirle que la extraño
y que muero de amor por ella.
Vuelve niña mía
regresa a mi esencia
a mis venas
a mis versos,
sé que estás ahí
escondida
dormida
diferente,
pero eres y existes
y aún brillan tus ojos
y tus sueños palpitan
al mismo compás
de mi corazón.
Vuelve niña mía,
todavía nos quedan
promesas y besos.
Regresa a mirarme
enséñame el camino
que perdí,
y por favor,
explícame despacito
que vivir es una forma de amar
y que amar
es una forma de vivir
y que no hay culpas
solo memoria
olvido e inocencia.
Vuelve niña mía
y enséñame cómo amar
cada parte del tiempo
que pasó.
Vuelve y arregla
este desorden de años
que llevo en el alma,
y pinta de nuevo
lo que tengas que pintar
y echa al olvido
lo que tengas
que olvidar !
Ana María Indacochea Garreta
Marzo 10 del 2025