Alucinas, querida niña,
ya eres adulta,
y todavía sueñas,
ya tu alma está rota,
y todavía te enamoras
Te concedo el último baile,
frente a frente hasta que el infarto nos separe,
pero no te exaltes,
deja que el momento sea suave
Cierra esos ojos,
que la pesadez no lo haga por ti,
porque aún en la oscuridad,
me tendrás junto a ti
Hubieron recuerdos perdidos,
que de pronto emergen a flor de piel,
cada rose es un sentimiento,
de emociones que se intentan recomponer
Nuestro primer baile estuvo lleno de tropiezos,
de los que nos levantamos para volver a caer,
aún habiendo culpa por ambos lados,
la obsesión entorpeció nuestro querer
Pero no importará más,
alucina,
querida niña,
con esa paz,
que alguna vez,
anhelamos,
poseer.