José Luis Barrientos León

Una estrecha ventana

 

La ventana es húmeda y dulce

una cavidad intacta por donde ingresa la luz

como un milagro sin espacio ni tiempo

la luz que hace ver las sombras fugitivas

como nimbos grisáceos que expiran sutilmente

 

El rostro se estruja contra el cristal

Intentando concebir nuevos recuerdos

nuevas imágenes que engendren las palabras

verbos como susurros convertidos en anhelos

sin tristezas, sin temores,

que empañan el cristal y los amores

 

En esta estrecha ventana

desaparezco bajo el sol y entre la hierba

en la confrontación del crepúsculo y del alba

en el careo del latido contra el silencio

pausando el prodigio del aire

renovando el pensamiento

 

La calidez del día acaricia mi rostro

mis ojos ríen con la flor que se deshoja

mi piel destila una suavidad de nube

ante la sensación del vidrio en mi tacto

un cielo que se esconde ante la extrañeza

de contemplar mi rostro por la ventana

sin longevidad ni olvido

tan solo con recuerdos y esperanza.