Rafael Parra Barrios

Incandescentes miradas

 

Sabes, bella mujer,

que tu y yo,

aunque distanciados,

vivimos en el verjer 

y el amor encarnamos,

el que no ha cesado,

porque nunca hubo adiós

y todo sigue intacto.

Lo nuestro está vivo

y cuando nos vemos,

trémulos y emocionados,

nos abrazamos. 

Incandescentes miradas,

nos instan a besarnos,

lo hacemos
disimulando

y luego nos disipamos.

Surcamos el cielo

de los enamorados,

que no renuncian

al paisaje adorado,

la mujer y el hombre

con ganas de hilvanar

cuerpo a cuerpo, 

tormentas y desahogos

entre el florecer y el fuego,

la primavera y el otoño.