luccass

Ronroneos internos

 

En mi abdomen reposa, chocho, quieto,
mi gato gris, mi fiero soñador;
su ronroneo es un viejo secreto
que acuna almas como susurrador.


Sus patas suaves, como terciopelo,
se hunden en mi piel, como buen perjurio;
él duerme, mientras yo contemplo el cielo,
y en la quietud, hallamos nuestro augurio.


El tiempo pasa, lento y complaciente,
sin prisa alguna, como su respiro;
y en este instante, frágil y vigente,
el mundo entero parece un suspiro.


En un silencio que nos hace eternos
él y yo, quedamos fundidos,
y a la luz de ronroneos internos...
dos pares, como siameses unidos.

 

Luccass, 11 de marzo