El ombligo, es un lugar diferente,
solitario y codiciado,
siente las miradas de la gente,
que no mira para otro lado
y su vida social gira ausente.
El ombligo es muy exigente
va de un lado para otro,
se infla orgulloso
sobre la panza, de su dueño
que lo mira continuamente.
El ombligo es ese lugar
donde el polvo guarda sus secretos,
las miradas de los indiscretos
y de los ociosos el manjar.
Las personas que se lo miran siempre
y se creen ser muy coquetos,
se rodean de mucha gente
que también se lo miran indiscretos.
Mira que te mira al ombligo
que, algún día, se queda sin clientes.
El ombligo ese hoyuelo tan gracioso,
tan solo, tan adherido a su vientre…
Pozo pocito de los deseos
que estás tan absorto
que no ves lo que tienes al lado,
chirimbolo sin dientes.
El ombligo es coqueto y perfumado
se peina esa espiral con el viento,
y la pipa profunda que tiene dentro
sigues mirándo tan abigarrado.
Ese hoyito tan pequeñito cuando nace
es lo mejor que le ha pasado, en serio lo digo,
Suspiros, ademanes y lloros fugaces,
pues ese cordón se convierte en ombligo.
Dedicado al ombligo tan denostadamente mirado.
Poem and Rhápsody © 2025
La fina piel de la cáscara
Alfonso J Paredes.