Está lloviendo a cántaros
Y no puedo de la risa,
con la ropa empapada,
pero no pasa nada.
Está semana fue terrible,
la impotencia de no poder
ayudar a los desvalidos,
a soportar las carencias.
Vi niños consumiendo drogas,
esto da mucha tristeza,
pensar en su incierto futuro,
me deprime demaciado.
Si tuviera el poder de la magia,
le rogaría a sus padres,
que los orienten y acompañen
todo el tiempo, de pequeños
y de grandes también.
Ellos buscan en las drogas,
el cariño, la compañía y el amor
que no reciben en casa,
creyendo que allí lo encontraron.
Más equivocados no pueden estar.
la droga solo empeora,
los problemas del adolescente,
y los aleja aún más, de la felicidad.
Pido aliento y fuerza,
para estos problemas superar
y que no dejen sola,
a la escuela en esta labor tan tenaz.
De rescatar a los niños
de una familia disfuncional.
No es difícil dar amor
Que todo lo puede curar.