¿Acaso no conoces la inmensidad de la desolación?,
si has sentido un apretón en el pecho,
un ahogo difícil de controlar…
y hasta has querido escapar de aquel frío lugar,
no me digas que no lo has notado…
y que te es indiferente esta angustia…
cuando en tu mirada ...se refleja una nostalgia...imposible de ocultar.
He soportado cruentas tormentas...
que me han estremecido el alma…
al extremo de inducirme a llorar.
He sido testigo de la crueldad del destino…
martirizando todo a su paso,
oscureciendo el porvenir...
y asfixiando mis ganas de seguir,
que hasta he pensado en morir.
Tú y yo coincidentes en la tristeza…
nos conocimos en ese sombrío dolor,
consolándonos las heridas…
y acompañándonos en el silencio,
habitando juntos… aquella espantosa soledad.
La ironía de las circunstancias…nos ha vuelto a juntar,
Tú, de entre los escombros de un fracasado amor,
y yo, yo cansado de esperar…agotado de tanto olvidar,
nos encontramos de nuevo…en una misma mirada,
en similar emoción,
con la excitación desbordada y la piel estremecida…de tanta pasión.
Tu corazón y el mío…latiendo al unísono…
en el mismo ritmo…con la incertidumbre a millón.
Tu y yo enamorados como inocentes chiquillos…
soñando en volver a empezar,
los dos… tratando de que esta vez perdure…
nuestra vehemente promesa de amar.