EDGARDO

Dunia, tu nombre, un eco que abraza,
señora de un reino de luz sin par,
en tu mirada, la paz se traza,
un cielo abierto, un dulce hogar.
De los Ángeles, tu alma serena,
irradia bondad, pureza y pasión,
cual ángel guardián, mi vida llena,
me eleva al cielo, me da bendición.
Tu belleza, un reflejo divino,
armonía, gracia, dulce canción,
en tu inocencia, un sendero genuino,
un mundo nuevo, una gran ilusión.
Proteges con alas de seda y calma,
tu amor, un refugio, un edén sin fin,
en tu presencia, encuentro mi alma,
Dunia de los Ángeles, mi dulce jazmín.
Eres la luz que guía mi destino,
la estrella brillante en mi soledad,
en cada latido, un amor genuino,
Dunia de los Ángeles, mi eternidad.
Tu voz, un susurro que me embelesa,
tu risa, un manantial de claridad,
en tu abrazo, mi alma se expresa,
Dunia de los Ángeles, mi verdad.
En cada beso, un pacto sagrado,
en cada caricia, un dulce temblor,
a tu lado, mi amor es alado,
Dunia de los Ángeles, mi resplandor.
Juntos tejemos un sueño infinito,
un lienzo de amor, sin sombra ni fin,
en tu corazón, mi amor está escrito,
tus encantos forman el más bello jardín.