Así te conservo, intacto,
con las flores de un jardín nuevo
embalsamado en un ardiente amor.
Así, aún cuando tus ojos no me miren
te guardaré ileso y llenaré tu ausencia
con la voz que alguna vez nombró mi nombre,
siendo un eco que no huye de mi boca,
sino un latido que permanece en mi pecho.
Te tengo eterno, aquí y en en el instante que nos vimos.
Pero el amor, no es una muestra de exhibición,
el amor es íntimo, casi sagrado, es devoción.
Así te conservo en un museo,
al que solo tu alma puede acceder,
pues lo llevo dentro, en mi corazón,
y tú , eres el único portador.