Lloro tu mapa roto, patria desangrada,
con ríos de hambre que no acaban su afán,
con calles que gritan en monedas oxidada
y sueños ahogados en un café sin pan.
Lloro tu bandera hecha jirones de frío,
tus hijos vendiendo relámpagos de tren,
las aulas vacías donde el futuro es impío
y el tango se quiebra en gargantas con desdén.
Lloro los puños alzados contra el cielo de alambre,
los muros tatuados con nombres de Nunca más,
las plazas que arden con furia y con hambre,
y el pan compartido con mil ojalás.
Lloro tu noche sin luna, tu madrugada herida,
los ojos de abuelas que vuelven a llorar
contando billetes con nada servida
y un sur que resiste, aferrado al mar.
En tu llanto late un trueno Bizarro:
la sangre que canta en las venas del mate,
las manos que siembran estrellas en el barro
y el grito de un pueblo que no encuentra empate.
Hoy lloro por ti… con impotencia y con rabia.
Porque sé la belleza que adornaba tu historia.
No entrarás en la jaula del saqueador con labia
Porque tú eres semilla, eres volcán y gloria.
Con respeto y solidaridad. Que las palabras sirvan como abrazo ante el dolor y como puño ante la injusticia.
@Marcos Reyes.