Enrique Fl. Chaidez

En la presencia del Señor

En la presencia del Señor seré maravillado;

sí, cada día de la eternidad, maravillado.

 

No habrá descanso de su gran amor en mi interior;

y donde vaya toda luz también irá su amor.

 

Allí seré de multitud de santos bienvenido;

sí, hasta en los más lejanos paraísos, bienvenido.

 

Y no hablarán, lo sentiré; seré su bienamado,

cual si un amor de siglos se apretara en el llegado.

 

¡Cuánta alegría! ¡Cuánto asombro! ¡Cuánta paz de amor!

Aquí el Señor a mi alma inundará con bendición.

 

Porque yo sé que ante mi Dios seré maravillado;

no habrá descanso de su gran amor en mi interior.